DATOS PERSONALES

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Si un niño vive criticado. Aprenderá a condenar Si un niño vive con hostilidad. Aprenderá a pelear. Si un niño vive avergonzado Aprenderá asentirse culpable. Si un niño vive alabado Aprenderá a apreciar. Si un niño vive con honradez Aprenderá a ser justo. Si un niño vive con seguridad Aprenderá que es fe. Si un niño vive con aprobación Aprenderá a quererse a si mismo. Si un niño vive con cariño y amistad Aprenderá a encontrar amor en el mundo. Maria Isabel Cota Talamantes

miércoles, 10 de abril de 2013

Reflexión sobre algunos textos


Tras leer varios documentos (“No es verdad, manifiesto pedagógico", promovido por la red IRES; “permitidme tutearos, imbéciles", de Arturo Pérez-Reverte; “los estragos del fracaso escolar, de Luis Rojas Marcos”; “y alumnos envalentonados”, “profesores desesperados”, ambos de Javier Marías; y “¿crisis en la educación?", artículo del periódico TRIBUNA, por José Saturnino Martínez; me doy cuenta de la gran transcendencia que tiene el grandísimo fracaso escolar existente en España. Es pensado por multitud de personas que el fracaso escolar ha nacido en la sociedad de éstos últimos años y además, echan la culpa al gamberrismo de los adolescentes, algunas veces se dice, que es por culpa de no haber dado un buen azotazo a tiempo, otras veces, que si el niño/a está muy consentido, otras, que si la culpa es del profesorado…etc. Es cierto, que estas variables afectan y mucho. Pero esto, existe en la actualidad y ha existido siempre. Se cree que la solución es bajar el nivel educativo, cambiar asignaturas, modificar la metodología, que el temario sea más corto, pero esto solo es para lavarse las manos algunas personas y por no querer encontrar una solución adecuada y duradera.

Como opinión personal diré que estoy de acuerdo en que la culpa principal la tiene el Estado por cambiar de leyes constantemente y leyes que no sirven para nada. Leyes que solo favorecen al alumnado cuando no lleva razón, y leyes que la palabra del alumnado tiene más valor que la de cualquier docente. Pero creo que se debe ir más allá en la investigación, creo que es cierto que hoy en día existe más gamberrismo que en los tiempos de los setenta, por ejemplo. Pero existe más gamberrismo porque hay más facilidades económicas. Antes, al haber menos nivel adquisitivo, las gamberradas podían ser de menor nivel. Cuando hablo de gamberradas, no me refiero solo a las gamberradas en sí, sino también a la grandísima expansión de las TICS (que a veces no hacen otra cosa, sino perjudicar el aprendizaje), la excesiva libertad que dan muchos padres de forma de educación permisiva, etc. Por tanto, en aquellos tiempos, no podía haber en una casa 2 ordenadores, 2 vídeo consolas, algún mp4, teléfonos de última generación. No existían, pero tampoco había dinero para poderlo comprar. Solo algunas familias podrían hacerlo. Hoy en día, esto, está al alcance de más personas. Estas cosas se han introducido en la educación y forma parte de la sociedad. Cuando existen profesores que ni si quiera saben encender un ordenador, cuando ni siquiera saben lo que es un teléfono de última generación. Por todo esto y como conclusión final diré que el Estado debe invertir dinero en educación y no más cantidad, porque creo que ya hay suficiente dinero para ello, sino que se debe invertir en cosas necesarias y de una forma adecuada; es decir no regalar portátiles a los profesores para realizar su trabajo y ofrecerles cursos para adecuarse a la sociedad de hoy en día, entre otras muchas cosas.

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